La naturaleza nos regala tantas cosas que cuesta entender a los que se empeñan en destruirla.
Un paseo por el campo y ocurre el regalo…un momento, una mirada llena de curiosidad y ternura, unas luces que te dejan sin habla, unos colores que tiñen mis ojos, un corazón que palpita de emoción y la suerte de estar vivo.