El hombre que tenia la ambición dentro, era infeliz . No estaba completo, nada era suficiente , quería más , necesitaba más , merecía más …. y un día, llegó la ambición vestida de humo, de cantos de sirena y ya no hubo marcha atrás . Era su destino. Lo tangible , el ahora , fue sustituido por el futuro. El camino dejó de importar, sólo existía la meta. El corazón se hizo hielo , las palabras , mentiras , el amor voló y el alma quedó guardada en un cajón .